El equipo mexicano comenzó la era de Javier Aguirre con un triunfo de 3-0 sobre Nueva Zelanda en el Rose Bowl de Pasadena, California. La afición castigó al cuadro nacional con una pobre entrada en las gradas.
La nueva era de la Selección Mexicana, liderada por Javier Aguirre, comenzó con una victoria contundente de 3-0 sobre Nueva Zelanda en un amistoso disputado en el Rose Bowl de Pasadena, California. Con goles de Orbelín Pineda, César Huerta y Luis Romo, el Tricolor demostró superioridad en el marcador, pero el rendimiento en el campo dejó más preguntas que certezas, evidenciando que aún queda un largo camino por recorrer antes de consolidar un estilo de juego competitivo de cara al Mundial 2026, del cual la nación azteca será anfitrión.
El partido arrancó de manera inmejorable para México. Apenas al minuto 5, Orbelín Pineda rompió el marcador con un remate cruzado dentro del área, luego de una gran jugada colectiva que terminó con un cabezazo de Roberto Alvarado para que el balón llegara a Pineda. Este tanto temprano parecía allanar el camino para un dominio claro de los dirigidos por Aguirre.
Sin embargo, aunque el gol daba tranquilidad, el equipo mexicano mostró dificultades para generar juego fluido y mantener un control efectivo del balón. Nueva Zelanda, un rival de menor envergadura, no representaba una gran amenaza ofensiva, pero el Tricolor no lograba aprovechar plenamente las debilidades del conjunto oceánico.
Julián Quiñones tuvo un partido desafortunado en cuanto a definición. En dos ocasiones claras frente al arco, no logró concretar, evidenciando cierta falta de confianza y decisión en momentos clave. Uno de sus intentos más claros fue una jugada en la que, al recibir un pase filtrado, intentó controlar el balón en lugar de disparar de primera intención, lo que permitió a la defensa neozelandesa reaccionar.
Por otro lado, Luis Romo también tuvo su oportunidad de ampliar el marcador en el primer tiempo. Tras una buena combinación con Quiñones, su remate se estrelló en el poste, frustrando lo que pudo haber sido el segundo gol de México antes del descanso.
El segundo tiempo comenzó con una mala noticia para el combinado azteca, ya que Julián Quiñones tuvo que abandonar el partido al minuto 50 debido a una lesión muscular. En su lugar ingresó César Huerta, quien rápidamente hizo sentir su presencia en el campo. Apenas tres minutos después de su ingreso, Huerta aprovechó un pase cruzado de Romo y definió de manera precisa para poner el 2-0 en el marcador.
Este gol fue el punto de inflexión que México necesitaba para consolidar su dominio en el partido. Con Nueva Zelanda visiblemente desgastada por el calor y el largo viaje, el equipo mexicano comenzó a manejar el partido con mayor comodidad, aunque sin mostrar un juego ofensivo especialmente brillante.
Apenas cuatro minutos después del segundo gol, Luis Romo se redimió de su fallo en el primer tiempo. Recibió el balón cerca de la media luna y, con un disparo colocado, venció al guardameta neozelandés para sellar el 3-0 definitivo. Con este tanto, Romo mostró su capacidad para ser un referente en el medio campo y para aportar tanto en defensa como en ataque.
Aunque el marcador fue abultado, el rendimiento de México dejó varias dudas. El equipo mostró dificultades para generar jugadas colectivas de calidad, y la falta de precisión en el último tercio del campo fue evidente en varias ocasiones. Los jugadores ofensivos, especialmente Quiñones y Giménez, no lograron concretar las oportunidades que se les presentaron, lo que evidencia una falta de confianza o de cohesión en el ataque.
La entrada de Huerta trajo frescura al equipo y permitió que el equipo encontrara mayor profundidad en el ataque. Sin embargo, la falta de creatividad y dinamismo en gran parte del partido dejó claro que Aguirre tiene mucho trabajo por delante para construir un equipo que no solo gane, sino que juegue de manera convincente. El 'Vasco' debutó con el pie derecho, y si bien el 3-0 puede considerarse un buen inicio, el partido dejó entrever que la Selección Mexicana aún está lejos de alcanzar su mejor versión.
El próximo desafío de la Selección Mexicana será el martes 10 de septiembre en el AT&T Stadium de Arlington, Texas, ante Canadá, un rival más competitivo, el cual será una prueba mucho más exigente para medir los alcances del cuadro de Javier Aguirre en esta nueva etapa.
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