El paso adelante del Barça en su juego ofensivo contrasta con las carencias defensivas mostradas en La Cerámica durante un domingo feliz también para Osasuna y Athletic.
Después de quedarse sin marcar en el Coliseum Alfonso Pérez y de necesitar más de 80 minutos para abrir el marcador en el Camp Nou frente al Cádiz, el Barcelona se sacudió las dudas este domingo en el Estadio de La Cerámica con dos goles en el primer cuarto de hora de juego. Pero eso tan solo fue el principio de un partido vibrante con doble remontada, ya que el Villarreal de Quique Setién evidenció las flaquezas defensivas de su rival para ponerse por delante, lo que a su vez provocó la adecuada reacción blaugrana con otros dos tantos que pusieron el 3-4 definitivo.
A falta de que este lunes se complete la tercera jornada de LaLiga, el Barça sube al tercer puesto igualado a siete puntos con el Girona y a dos del liderato del Real Madrid, mientras por detrás el Athletic Club y el Osasuna igualan los seis puntos del Rayo Vallecano y el Valencia con sus respectivos triunfos ante el Real Betis y en Mestalla.
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La lesión de Pedri que se unió a la baja de Raphinha por sanción planteaba algunas dudas a Xavi Hernández sobre el dibujo de su bloque ofensivo en La Cerámica. El técnico blaugrana volvió a confiar en el jovencísimo Yamal Lamine por la derecha, este vez incluso más adelantado para formar tridente junto a Robert Lewandowski y Gavi, mientras Ilkay Gündogan y Frenkie de Jong ejercían de interiores flanqueando a Oriol Romeu.
La apuesta le salió bien a Xavi, pues a los 15 minutos su equipo ganaba por 0-2 gracias a dos goles con protagonismo para quienes serían dos de las figuras más destacadas del encuentro: primero Yamal se sacó de las botas un centro impecable que Gavi aprovechó para abrir el marcador de cabeza y después De Jong no perdonó el errático despeje de Alfonso Pedraza para mostrar su habilidad para estar en el lugar oportuno.
El marcador mostraba demasiado castigo para un Villarreal que pudo haberse puesto por delante en esos primeros compases, pero los de Quique Setién no se dejaron amedrentar: al descanso ya habían puesto las tablas con los goles de Juan Foyth y Alexander Sorloth asistidos respectivamente por Álex Baena y Pedraza, quienes nada más comenzar la segunda parte pusieron el 3-2 con un gol del carrilero almeriense a pase del lateral izquierdo cordobés.
Esa remontada del Submarino Amarillo evidenció los serios problemas defensivos del Barça, incrementados por las bajas de Ronald Araújo y Alejandro Balde. Sergi Roberto estrenó titularidad en una banda derecha que sigue demandando soluciones, aunque ni Jules Koundé ni Andreas Christensen ni, en menor medida, Marcos Alonso, dejaron sensaciones especialmente positivas.
La buena noticia para Xavi es que arriba dispone de dinamita, que surte mayor efecto cuando el rival juega a jugar. Ferran Torres de nuevo salió desde el banquillo y de nuevo marcó, esta vez en el momento oportuno: a los cinco minutos de entrar al terreno de juego por Romeu para frenar la euforia local y darle esperanzas al Barça, que con Robert Lewandowski tiene un seguro hasta cuando el polaco no atraviesa su mejor momento.
De momento, tres jornadas y tres partidos muy distintos para los blaugranas, que siguen mirando al mercado en la última semana disponible para fortalecer la plantilla.
Los de Ernesto Valverde vivieron algo similar a lo que le había sucedido al Villarreal unas horas antes, ya que a los diez minutos de su duelo ante el Real Betis en San Mamés perdían por 0-2 con los goles de Willian José e Isco Alarcón, pero lograron remontar gracias a un doblete de Mikel Vesga de penalti y un tanto de Gorka Guruzeta justo antes del descanso. La diferencia es que el Betis no encontró la reacción y el Athletic pudo sentenciar con el tanto de Unai Gómez.
Donde hubo emoción hasta el final fue en Mestalla, donde Hugo Duro puso las tablas en el minuto 80 tras el gol inicial de Aimar Oroz de penalti mediada la primera parte. Pero cuando los de Rubén Baraja pensaban que iban a continuar invictos, una chilena de Nacho Vidal en el minuto 95 truncó las esperanzas locales y le dieron al Osasuna su segunda victoria a domicilio, todo un revulsivo anímico a cuatro días de necesitar la remontada en Brujas para meterse en la Conference League.
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